MUESTRAN IDEAS LIBERTARIAS DE LOS HERMANOS FLORES MAGÓN EN EL MUSEO DE LA REVOLUCIÓN

Magon

Con la curaduría de Diego Flores Magón, director de la Casa de El Hijo del Ahuizote, se presenta en el Museo Nacional de la Revolución la exposición Anarquistas. Libros, Regeneración y Revolución de los Flores Magón, que retrata con documentos y piezas, algunos inéditos, una época convulsa de ideas libertarias y de derechos sociales de la cual los hermanos Flores Magón fueron actores sobresalientes.

La muestra, que estará vigente del 27 de septiembre hasta enero de 2019, consta de 116 manuscritos, varios libros, 28 periódicos, 56 fotos y 28 objetos pertenecientes al acervo de la Casa de El Hijo del Ahuizote que, con una narrativa museográfica, plantean un recorrido íntimo a través de la vida de los hermanos Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magón, así como sus relaciones, marcadas por la unión, la separación y la reconciliación.

En el montaje algunos documentos inéditos corresponden a cartas amorosas, dibujos, instrumentos musicales, vislumbres sobre la juventud, noticia de pasajes poco conocidos de la vida de estos hermanos, es decir, un amplio arco que se presenta con una idea del anarquismo ligada al orden, la cooperación, la espontaneidad, la felicidad, la justicia y la libertad.

El curador comenta que en el centro de la experiencia de los hermanos se encontró siempre la palabra: pensada, leída, escrita para configurar la imaginación, nombrar al amor, llamar a la acción, servir de recipiente a la memoria. “Se trata de una vida vivida entre los objetos que sirvieron de transporte a las palabras como los libros, cartas y periódicos que se reúnen en la exposición”, precisa el especialista y bisnieto de Enrique Flores Magón.

La exhibición consta de ocho módulos que narran “El origen”, “La primavera de 1892”, “La gestación”, “La eclosión”, “Hechos de armas”, “Prisión”, “Muerte” y “Retorno”, de los hermanos Flores Magón.

El recorrido comienza en el origen, la Sierra Mazateca, en el norte del estado de Oaxaca, y continúa con la toma de conciencia acerca de la degradación del organismo social necesitado de regeneración: la explotación de los trabajadores, la corrupción de la justicia, la represión de la libertad.

En México a finales del siglo XIX y la primera década del siglo XX se desató un cúmulo de manifestaciones contra la desigualdad social, cuando Porfirio Díaz preparaba su tercera reelección.

Es así que en la primavera de 1892 surgió un movimiento estudiantil ─el primero del que se tiene registro en la historia de México─, conformado principalmente por alumnos de las escuelas de Jurisprudencia y Preparatoria. Jesús, con 20 años, y Ricardo, de 17, participaron activamente. El líder era Joaquín Clausell, quien luego adquirió fama como pintor impresionista.

Regeneración significa reconstrucción de lo dañado, reparación, en su forma original, de lo que se encuentra en ruinas: la humanidad; causa realizable por medio de la acción revolucionaria y del periódico, que la proyecta.

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